Escultura Griega Clásica De Bronce
En esta sección de escultura griega clásica, encontrarás las más bonitas esculturas o estatuas de Bronce. Desde cascos griegos en bronce, hasta las famosísimas esculturas griegas clásicas de bronce como el Discóbolo, donde el cuerpo muestra un cuidadoso estudio de la anatomía de un joven atleta en su máxima expresión, antes de lanzar un Disco.
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Contenido
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¿Porqué comprar una escultura griega de bronce?.
- Debido a su alta durabilidad, el bronce es el medio utilizado tradicionalmente para crear casi todo tipo de esculturas.
- Una escultura de bronce se pueden adaptar a cualquier género y, por lo tanto, nunca pasarán de moda.
- Además transmitirá a sus invitados, un buen gusto por la historia y decoración.
- Invertir en estatuas de bronce asegura que tendrá una amplia exhibición de piezas atemporales bien elaboradas que se adaptarán a cualquier diseño interior o exterior.
- Las figuras se vuelven sensuales y parecen congeladas en acción; parece que hace solo un segundo estaban realmente vivos.
En la escultura griega clásica se mostraba a sus modelos como figuras idealizadas. Partían de la naturalidad de modelos reales y se debían ajustar a determinados cánones de proporciones y reglas simétricas para así acercarse al ideal de belleza deseado.
¿Donde están las estatuas griegas en bronce antiguas?
La gran mayoría de las obras de arte producidas en la antigua Grecia y Roma, tristemente ya no sobreviven . Respecto a las esculturas en bronce antiguas, muchas han sido fundidas y recicladas a lo largo de los siglos, como resultado de su valor material intrínseco, pues eran muy fáciles de reutilizar.
El bronce fue un material importante y prestigioso en el arte clásico. Las estatuas de bronce a gran escala eran extremadamente difíciles de hacer bien, pero en su mejor momento ofrecían un dinamismo y sutileza que rara vez se igualaban en piedra.
Desafortunadamente, el bronce siempre tuvo una alta demanda para su reutilización en períodos posteriores, mientras que el mármol roto no es de mucha utilidad para nadie, por lo que la escultura de mármol ha sobrevivido mejor para la posteridad.
Es imposible cuantificar la escala de lo que hemos perdido, pero podemos obtener pistas. Cuando el escritor de viajes del siglo II Pausanias visitó el gran "Templo de Olimpia", vio que había 69 antiguas estatuas de bronce de los vencedores de los Juegos Olímpicos del siglo V a. C. Habrían sido monumentos de gran calidad realizados por maestros escultores. Aunque se han encontrado 13 de sus bases , no existen rastros de las esculturas griegas de bronce. El escritor y militar romano Plinio el Viejo, que dedicó el libro 34 de 37 de su Historia natural, al bronce, afirmaba que había 3.000 bronces griegos en Rodas y otros tantos en Olimpia, Atenas y Delfos.
En total, menos de 30 estatuas de bronce a gran escala sustancialmente intactas sobreviven de la Grecia clásica helenística.
Nuestro conocimiento de los célebres escultores de bronce griegos, que se deriva principalmente de autores posteriores como Plinio, no se correlacionan con la evidencias arqueológicas. Maestros escultores clásicos griegos: Fidias, que era famoso por sus colosales imágenes de culto revestidas de oro y marfil, pero también por sus bronces fundidos; Policleto se ajustó a las proporciones ideales en su tratado llamado el Canon ; Miron, que fue especialmente elogiado por sus estatuas de atletas que parecían realistas; y el prolífico Lisipo, que trabajó para Alejandro Magno.
Los escultores griegos estaban particularmente preocupados por la proporción, el equilibrio y la perfección idealizada del cuerpo humano, y sus figuras en piedra y bronce se han convertido en obras maestras.
La escultura de bronce comienza con el modelado de arcilla y cera, y contrasta con el proceso de tallado en mármol en el que un movimiento en falso con el cincel o un defecto inesperado en la piedra puede significar un desastre.
Dada la admiración de los romanos por los escultores de la Grecia clásica, era razonable suponer que estas réplicas eran copias de obras maestras antiguas hechas para adornar casas señoriales o espacios públicos.
Algunos de los bronces clásicos más famosos, como el Doríforo (Portador de lanza) de Policleto y el Discóbolo ('Lanzador de disco') de Miron, fueron identificados en copias romanas.
La escasez de descubrimientos de bronce griegos y la dependencia forzada de un siglo de presuntas réplicas en mármol, han dado a los bronces existentes un encanto y una mística especial. Ninguno es más famoso que los dos Bronces de Riace, sacados del mar frente a Calabria en 1972.
Los moldes tomados de las esculturas originales de bronce se utilizaron para hacer moldes de yeso que eran llevados a talleres en cualquier lugar del Imperio griego y romano, donde se usaron como prototipos para replicar en mármol o bronce.
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